Había escuchado muchas veces la historia de la muerte del abuelo. Primero había sido su padre cuando él aún era pequeño. Luego, muchos años más tarde, siendo ya capitán y navegando por todos los mares del mundo, era su tío, que vivía su retiro marino en una casa del Barrio Alto de Sanlúcar de Barrameda, quien, en las cortas y espaciadas arribadas de su sobrino, le contaba sus recuerdos y entre ellos, el de la trágica noche del naufragio de la bricbarca“Libertad” que mandaba su padre.
(Paco Pleguezuelo)